Para Raúl y para Mónica, la vida no es fácil a sus trece años. A Raúl la llegada de su padre, hasta ahora desconocido, le ha descubierto un mundo que creía sólo en las películas. Pero ha vuelto a desaparecer de su vida y echa la culpa a su madre. Mónica piensa que todos los adultos son unos falsos: después de sufrir la separación de sus padres, ahora tiene que vivir su reconciliación. Sin embargo, Raúl y Mónica acaban de conocerse, y eso los hará cambiar.