La madre de Poliche le lleva a conocer a su abuelo Agapito que vive “en la mitad del campo”. No es una simple visita, pues su madre le deja a solas con el abuelo para pasar una temporada que se convertirá en una experiencia fascinante. Porque el abuelo, aparte de quedarse dormido con frecuencia, es una persona llena de imaginación, que siempre está ideando cosas para gozo de su nieto. Pero de pronto hace acto de presencia un misterioso ser, conocido en la zona como “El Pampinoplas”. Como un secreto ladronzuelo bromista, Pampinoplas gusta de hacer trastadas a los vecinos de los pueblos. Aunque no cuenta con que habrá de enfrentarse al valiente Poliche, que consigue descubrir su escondite y posteriormente desenmascararle. Desde este momento, Poliche irá conociendo mejor a los pocos habitantes de los pueblos y aldeas cercanas. Si al principio echa de menos a niños con quien jugar, según avanza la historia descubrirá que muchas personas mayores, como su abuelo, están ansiosas por compartir sus juegos infantiles. Así nadie se sentirá solo en ese lugar, ni los niños ni los ancianos.
Premio El Barco de Vapor 1978
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