Mamá Elefante se acompleja por culpa de su enorme trompa y observa con envidia a las otras madres. Pero sus hijos le devuelven la confianza en sí misma porque, aunque no sea capaz de ponerse una camiseta, puede hacer muchas cosas buenas con la trompa que las otras madres sin trompa no pueden hacer. Las diferencias son lo que hace especial a una persona, por eso hay que aceptarlas y buscar su lado más positivo.
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