Una maestra actual y valiente cuenta en primera persona cómo lidia con las mil obligaciones paralelas de la profesión y de la vida privada. La maestra, audaz y humanísima, sabe enfrentarse heroicamente, con la misma energía y a veces en solitario, a los virus de la gripe, la falta de papel higiénico, la convivencia y las tablas de multiplicar, pero siempre con entusiasmo, tenacidad, ternura y un respeto absoluto por los niños y las niñas.
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