La liebre le pide un huevo a la pequeña gallina, pero la pequeña gallina aún no sabe poner huevos; así que las dos juntas van pidiendo un huevo a un animal tras otro. En vano. La vaca da leche, la oveja da lana y, ¿el lobo? ¡Quién hubiera imaginado que sería precisamente el lobo quien las pusiera en buen camino para encontrar la solución! Pero, ¿para qué quiere la liebre un huevo?
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