«¿Por qué lloramos?», pregunta Mario a su madre. Y ella le habla de nubes, del mar, de piedras, de cofres y de muros.
Un poético álbum ilustrado que nos recuerda que las lágrimas nos riegan muy lentamente y nos ayudan a crecer, nos calman y son un bálsamo para las heridas. Y que todos lloramos: niñas y niños, pequeños y grandes, altos y bajos…
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