Tom y los demás niños pintan. Lea pinta un gran sol. Paul sus nuevas zapatillas de baloncesto. ¿Y Tom? ¡Su cuadro provoca una gran consternación entre los adultos! Con un humor inteligente, Isabel Pin nos cuenta una historia sobre la facilidad y despreocupación en la creatividad infantil. Los adultos, observadores temerosos, aparecen al lado de los niños un tanto ridículos.
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